jueves, 11 de abril de 2013

El email que lo cambió todo...

(...continuación)...


Y yo estaba dispuesta a tener un polvo con él, el chico en cuestión no era un Adonis pero era decente y había existido esa química necesaria para llegar más lejos, como él estaba dando saltos por el país había que esperar para que volviera, si no era esta vez en un futuro podría ser... quien sabe... nos comunicamos por email hasta que uno enviado de madrugada desde un aeropuerto hizo que mi idea sobre el chico cambiara, decía algo así: detallaba con precisión la cantidad de días, horas y minutos que había tomado para recorrer los distintos países de Latinoamérica en éstas, sus vacaciones, los fríos y calores que encontró en su recorrido, la satisfacción de haber conseguido una meta y la alegría de los aromas y cánticos que escuchó pero solo 2 horas habían sido inolvidables para él, que una chica en especial le había marcado el trayecto y a pesar de que llevaba una idea fija todo dentro de él se había derrumbado, me describió con precisión porque llevaba mi imagen grabada con fuego en su ser, decía que era tanto lo que le había marcado que mis palabras le sonaban igual a las dichas en su idioma nativo... era increíble para mí leer ese email tan cargado de sentimientos y melancolía por la distancia y las circunstancias, fue ese email el que precisamente me hizo rememorar ese encuentro al que, pensé, íbamos a coincidir en buena onda y ganas de tener momentos de intimidad... él reconocía que era a eso a lo que había concretado la cita, que tenía claro que no había amor ni nada similar, que de haberse concretado habrían sido momentos que el tiempo se encargaría de borrar pero no podía porque reconocía que se había enamorado, nunca en la vida le había pasado algo así ni pensó que algo así le tocaría vivir a él, también se daba cuenta que no era correspondido pero, de haber podido, me habría regalado rosas rojas e invitado al cine, a comer, me habría agasajado... me dio una mescolanza de cosas y entre esas me dio pena la situación porque yo no sentí nada de eso por él, de hecho en esos días ya mi mente evocaba cada vez más seguido la figura del que hoy es el amor de mi vida, las cosas siempre estuvieron claras para mí y no sé por qué el resto de la humanidad no puede separar las cosas... pero no pueden y no se les puede pedir que sean como uno de nosotros que sí podemos... tal como yo separo la comida de mi plato puedo separar los sentimientos de los polvos causales. 


Me escribió que volvería... y volvió meses después... yo quería ese polvo con él pero me daban esos escrúpulos propios que se siente por alguien de manera empática a quien no se quiere lastimar ¿qué hacía? las ganas yo se las tenía y por esos días había estado medio lateada por las exigencias medios femeninas de los hombres que había contactado... y a mi me gustan los hombres bien machitos sin pelos en la lengua capaces de ser gentiles y caballeros sin olvidar que son hombres... me encanta que exista la igualdad de género pero no hay que olvidar que tenemos diferencias propias del sexo, los hombres tan sensibleros me patean porque terminan adquiriendo características femeninas y las mujeres bruscas y amachotadas me causan rechazo por lo mismo... y como andaban tan "exquisitos" mandé al diablo a algunos giles porque no estaba para rogarle a nadie... y este chico extranjero volvió... él quería comer sushi chileno y le envié un mapcity con la dirección de un lugar dije de la capital, ese día del reencuentro llovía a cántaros y era viernes, llegué puntual como acostumbro y él me esperaba sentado frente a su laptop escribiendo quizá qué cosas, no había cambiado nada excepto por: 1. que estaba congelado porque el clima le había jugado una mala pasada y 2. se había dejado crecer la barba y eso lo hacía verse mucho mejor... y yo que adoro esa barba casual pero bien cuidada de ciertos machos supe que lo había hecho exclusivamente para darme gusto tal como lo hace el hombre que amo que lleva más de 1 año sin afeitarse, yo estaba mucho más abrigada y con ropa informal como se acostumbra a usar el viernes en algunos lugares, esta vez me esperaba con mi trago favorito y un block de notas junto al pc, me sonrió con calidez cuando llegué cerrando mi paraguas y me dio un cálido abrazo, desde el famoso "email" que no se había vuelto a mencionar palabra alguna ni tampoco habíamos intercambiado celular, tampoco me pidió fotos ni me solicitó nada, recordé que alguna vez me escribió que le bastaba con la amistad aunque no creo que eso sea suficiente cuando sientes algo por alguien si es que lo que te inunda es de verdad un sentimiento y no una obsesión... conversamos lo típico y luego me dijo que ya era un fan declarado de "Games of thrones" serie que yo le había recomendado porque me había fascinado, desde entonces que me llama Khaleesi porque vio características mías en el personaje de Martin, me imagino que la personalidad porque yo no tengo una pizca de similitud física con Emilia Clarke, reímos con otras cosas, chistes, experiencias y vivencias, me sorprendió lo preocupado que estaba de mi, atento, amable, alegre, extrovertido, muy diferente al hombre que conocí ese verano y que no me habló por 20 minutos pero que me observó con detalle hasta el tuétano... miró extrañado los sushis no pudiendo creer lo grandes que eran pues en su país son mucho más pequeños, también mencionó el diferente sabor que tenían, el vino chileno había conquistado su paladar y tenía una copa frente a él, la que vi cuando dejó su laptop en el bolso. Me trajo 2 regalos maravillosos de su país: la primera Monster High que yo veía en mi vida pues, en esos días, aún no entraban a Chile y me habían encantado cuando las vi online - Tuve que recorrer medio continente para conseguir una porque estaban agotadas... y ésta especialmente porque me recordaba a mi Khaleesi - mencionó cuando me hizo entrega de ella, la monster más bella que he visto hasta el día hoy y otro regalo envuelto en un papel de regalo algo grande y pesado que no me dejó abrir - Por favor, hazlo en tu "depa" en compañía de tus pollitas - me suplicó con algo de timidez, asentí... después tomó su block de notas y empezó a preguntarme cosas que yo alguna vez había tuiteado que ya ni recordaba, no sé por qué se enredaba la cabeza con cosas sin importancia pero en vista de que su sentir era diferente al mío, creo que bebía cada letra que yo expresaba en la web, me preguntó miles de cosas que tenía anotadas de índole personal y le contesté lo que él quería escuchar, de mi vida privada nada mencioné porque no tenía interés ni quería avanzar en nada personal con él... quería el polvo y quería disfrutar, le tenía ganas, me habría sido fácil haberle volado la perdiz tal como el sexo masculino lo hace con el femenino, pensé en la situación mil veces con ayuda de mi querido amigo Derek si era o no era correcto tener un polvo con alguien que siente por una y la respuesta de él fue simple - Hazlo, lo que él sienta es su problema y no tuyo ¿dices que vive en otro país? entonces hazlo y quítate las ganas... si él cruzó la línea siendo un hombre adulto es porque nunca tuvo las cosas claras... él deberá desenredar su cabeza en su casa... - me comentó. El tipo me tenía caliente pero mis escrúpulos me frenaban, no me sentía capaz de tener intimidad con él, no me daba el corazón... y el deseo sexual me tenía transpirando y dudando pues la calentura estaba full en mi... tenía en mi ese doble estándar: decirle franca y llanamente que quería sexo con él o despedirme sin mirar atrás... el tipo me tenía encendida sin hacer mayor esfuerzo y sin que yo le diera indicios de lo que sucedía en mi cuerpo... hasta que mi decisión se desvió hacia un lado cuando me dijo: - Khaleesi, tú sabes por qué vine... tú sabes por qué estoy acá pese a vivir a miles de kilómetros y estoy dispuesto a todo lo que sea necesario si quieres, yo estoy dispuesto a venirme a vivir a este país si tú me dices que hay alguna esperanza - yo estaba segura de mi y de la importancia de mi relación y él no tenía cabida en mi vida pero antes de que yo hablara continuó para decirme que estaba dispuesto a darme todo lo que yo quisiera, viajes, gustos, ropa linda... todo... negué con la cabeza - Gracias... pero me es imposible aceptar - dije después de un rato de silencio, me miró lloroso pero sin expresar nada, nuevo silencio y pensé que era mejor marcharme, empecé a tomar mis cosas para levantarme e irme, ofreció ayuda, no hubo súplicas ni escándalos ni ruegos, acepté su colaboración hasta el metro dado que vivo a pocos pasos de uno hace años, conversamos poco de temas variados - ¿Sabes? creo que seguiré tu sugerencia de irme este FDS a unas termas, eso es algo que no se ve todos los días - me dijo risueño, él había querido que nos viéramos esos días libres pero yo para entonces ya no estaba sola y menos aún quedarme de un día para otro, sí podría haberme quedado hasta tarde y pasar momentos de intimidad para luego marcharme pero más me era imposible... nos despedimos en la estación, su tristeza era evidente y le dije que estaba segura que encontraría una persona que lo mereciera que lo haría feliz, sonrió - Lo lamento - le dije y él negó agregando que la culpa era suya y de nadie más, nadie lo había empujado más que su propio ser y, dentro de todo, agradecía haber tenido esa experiencia de sentirse vivo otra vez, su sonrisa era forzada y triste, pensé que había tomado una buena decisión al no haber dicho ni mencionada nada con un posible momento de intimidad, sin esperar más me acerqué a él y le di un beso en la mejilla diciendo - Adiós, fue un verdadero gusto haberte conocido - no podía decir la palabra "placer" porque no había experimentado nada sexual con su persona, él me miró como si fuera una divinidad tal como lo hacía al principio el que hoy es el amor de mi vida - Please, don´t forgive me - me dijo cuando yo ya casi bajaba las escaleras y asentí antes de desaparecer por las escaleras del metro.
 
 
 
 

miércoles, 10 de abril de 2013

De Rusia con amor


 
No sé por qué me acordé de ti, creo que estos días ando más sensible y culpo de ello al cambio de estación y al otoño que trae consigo recuerdos y chocolates tibios, cafés y algunos mokas de los que reconozco mi fanatismo... y yo me caracterizo por no ser sensible... creo que fue por la limpieza de emails que he realizado en mi cuenta y el tuyo llamó especialmente mi atención lo que me hizo rememorar esa única tarde de verano, la vida es una constante sorpresa que bien vale la pena.
Me contactaste por medio de un sitio en que coincidimos, yo con un nombre diferente al de acá por mi constante preocupación por cuidar mi vida privada (y de paso la de mis cercanos) y tú, transparente hasta el final, siempre usaste tu nombre y tu email verdadero, el mismo gmail que usas para trabajar y publicar tus aventuras por el mundo, un mundo más grande del que imaginabas, yo buscaba conocer gente con la cual compartir mi interés por el "toch and go" bajo ciertas condiciones y así lo expresé en ese perfil y de eso se trata ese sitio, no se busca pareja ni amor ni siquiera amistad, es un sitio de citas sexuales. Te di mi gmail para chatear y saber algo más de ese desconocido que me cayó bien en su mensaje de presentación, conversamos, tú desde ese hermoso país que conocí años atrás y yo desde mi camita calentita esperando el verano, ni una sola foto se intercambió ni siquiera una invasión a la privacidad de nadie, todo flujó relajadamente con el pasar de los días, expresaste contactarme porque me encontraste linda cuando te permití ver mi rostro por ese perfil y porque estabas pronto a venir a Santiago de Chile de vacaciones ¿qué buscabas? conocer una chica que te agradara y compartir algunos momentos de intimidad... nada diferente a lo que yo siempre busco... quedamos de lo más amigos con el pasar el tiempo y tu viaje coincidiría con el verano, como esos días yo estaba full y tú tenías viaje a otras ciudades chilenas la única opción fue concertar un almuerzo... nos dimos una descripción de las vestimentas respectivas para el encuentro y un mapcity permitió que te ubicaras en ese lugar informal que tantas alegrías me ha dado, llegué pasada la hora porque el trabajo me había retenido pero si fueron 10 minutos sería decir mucho, yo no sabía cómo sería el chico extranjero que me esperaba ni cómo sería el sonido de su voz, no tenía idea de qué tal alto o bajo sería y que tan diferente de la única foto que había visto de ti en mi vida, supuse que era el personaje solitario inmerso en un laptop pues es costumbre de los informáticos abstraerse del mundo que los rodea con su pc móvil y recordé que me mencionaste que aquella era tu profesión por lo que me acerqué a preguntarte si eras "aquel", alzaste la mirada tan serio que pensé que me odiabas por sacarte de tu pantalla pero después descubrí que no era eso, sino que era una tremenda timidez escondida en una fachada de seriedad y profesionalismo, como asentiste sin chistar cuando pregunté tu nombre me senté frente a ti sin esperar invitación, no te levantaste y yo estoy acostumbrada a que los chilenos que han compartido tiempo conmigo sean caballeros a la antigua, tampoco me ofreciste algo de beber ni un aperitivo y me chocó esa falta de preocupación pero lo perdoné al pensar que las costumbres de tu país son diferentes a las del mío sin embargo eso me llevó a pensar que si algo tan insignificante no era de tu interés entonces tampoco sería de tu interés brindarme placer o ser cuidadoso si es que llegaba a aceptar compartir un polvo contigo y eso me formó una idea equivocada de la persona que estaba frente a mi mirándome como si yo fuera irreal... empecé a hablar porque no soy tímida, alguien tenía que quebrar el hielo y esa fui yo, era enero y yo había ido muy sport a mi trabajo, lo recuerdo bien porque era el estreno de un minivestido que había generado muchos comentarios positivos en los miembros masculinos longevos del equipo... hablé, hablé y hablé hasta por los codos mientras una coca cola light me refrescaba la garganta... por fin cuando lo hiciste todo cambió, tu acento me causó risa y no pude evitar reírme y, de paso, contagiarte, me pediste las disculpas por tu prolongado silencio y que te había causado impacto el verme... - De las chilenas que he conocido eres increíblemente sorprendente - me comentaste - y por eso es que me quedé helado, sin saber cómo hablar, cómo reaccionar, cómo saludarte... ¡eres increíble! - me confesó momentos después, y yo que le había dado un beso en la mejilla como se saluda a todo el mundo aquí sin siquiera esperar a que me dijera "hola", no te pregunté qué era eso para ti de "increíble" pero lo tomé como halago y te lo agradecí, no sabía qué número de chicas chilenas habías contactado y por eso estabas apretado de tiempo pero eso no era tema para mi, yo estaba dispuesta a vivir el presente y luego cada uno seguiría su camino, estábamos ahí para conocernos y saber si podíamos avanzar al plano íntimo y, aunque no eras tan diferente de otros chilenos que he conocido y compartido momentos de intimidad, me agradaste... reí mucho con tu mal pronunciamiento de algunas palabras y reíste conmigo, mi risa es contagiosa y relaja el ambiente, me contaste de tus aventuras en Machu Pichu y tus trekking por Brasil, tu fascinación con Colombia y tu alegría de conocer Chile por primera vez en tu vida, amabas tanto Latinoamérica que habías aprendido español latino para los negocios con tus socios y estabas sumergido en una soledad que he visto bastante en este último tiempo, una soledad voluntaria y melancólica, algo que no viví pues yo estaba a la espera de aquel ser que caminaría de la mano conmigo por la vida y que ya conocía en esos días sin saber que era el esperado pr mi corazón... no recuerdo qué compartimos de almuerzo pero fue agradable, me confesaste que habías contactado a varias chilenas para ver si estaban dispuestas a acompañarte para no pasar noches solitarias y yo me apresuré en decir que "una noche" era excesiva para mí, que estaba bien el momento, unas horas de deleite, pero nada más y reíste con mi aclaración... me preguntaste mi profesión y te la dije sin dar mayores detalles, te sorprendió que una mujer realizara una labor tan diferente a la que acostumbras a escuchar, luego me preguntaste si mi nombre era mío o inventado ya que tú siempre usaste el tuyo, te mentí al decir que era mío y no me arrepentí ni siquiera el día de hoy pues cuando vi que eras informático supe en el acto que podías buscar sobre mi, mi familia y mi trabajo, no en vano, la Nena, mi hermana mayor, es señora de un personaje público no farandulero... y años atrás ya había vivido la experiencia de un informático enamoradizo que me envió rosas al depa sin que yo le diera mas datos de mi que mi nombre... además, si te contaba de la Bellatrix jamás podría escribir sobre ese encuentro que más parece cuento que vivencia, como un cuento de Ernesto Sábato que siempre se me quedó en la memoria por especial... quisiste fotografiarme y no te lo permití, conozco bien el buscador de fotos online ni estaba dispuesta a que me publicaras como conquista en otro sitio caliente como el mío imitando a Valmont... no, señor, soy cuidadosa en extremo y por eso mi celu está cerrado a los polvos ocasionales...
lo máximo de intimidad que te conté fue sobre mi pollita amada, mi mascota, que tuvo bebés pollitos hermosos como ella de quizá qué tarántula vecina y que me había quedado con algunos que me esperaban ansiosos de mi trabajo y corrían de alegría por mi depa hasta el punto de dormir conmigo imitando a su madre ultraregalona, me miraste sonriendo como si yo fuera fenómeno para luego volver a decirme que era increíble... me hablaste de tus padres, especialmente de tu madre, de tus logros y triunfos como lo hace el sexo masculino cuando quiere impresionar en cualquier parte del mundo, no había diferencia, el cromosoma Y es igual en todos lados... llegó la hora de mi retirada y me expresaste tu deseo de acompañarme un par de cuadras para seguir la charla ya acepté que me dejaras cerca, lo suficientemente cerca como para no saber en qué edificio iba yo a entrar, te hiciste el niño loco caminando al revés y fotografiando edificios tradicionales, insististe con el tema de la foto y me negué tajantemente, no sabía si tú eras alto o yo muy pequeña y flaca... cerca de una estación de metro llegó la despedida y sin darme tiempo para nada me tomaste entre tus brazos y me apretaste fuerte contra tu pecho, nunca nadie me había hecho eso más que Sam y Ed, la familia y los amigos cercanos, los chicos del touch and go no hacen esa expresión de cariño o cercanía y yo no permito que invadan mi espacio pero te dejé porque lo sentí salir de tu alma... te ibas de viaje a una región y esperabas volver, creo que a Viña donde te esperaba otra cita informal y casual... si volvías yo quería ya tener ese polvo contigo, aceptaba pero bajo mis condiciones y no las tuyas, me habías encendido lo suficiente como para querer disfrutar de esos brazos y ese pecho sin ropa, quería que me acariciaras el cabello una vez más mientras posabas tus labios en mi garganta, me abrazaste una vez más y me tomaste para levantarme y dejarme en el suelo como si fuera una muñeca pequeña - Jamás pensé que iba a conocer una mujer como tú... venía con otra idea... otras expectativas... venía con las cosas tan claras como tú y como quería que fueran pero ahora...eres muy bella, hermosa, nunca dijiste que eras tan bella - suspiraste nervioso, no sé si sirvió comentarte que, pese a mi baja estatura, fui modelo petite de una conocida marca de ropa interior que me generó el pie de mi depa, claro que cuando tenía 25 años y 5 kilos menos. Me acerqué a ti para despedirme con un beso en la mejilla y nuevamente te sorprendió que lo hiciera, cuando visité por estudios tu país todos me trataron con cariño y siempre fueron de mucha piel, yo no entendía por qué te sorprendía un gesto así después del doble abrazo casi del oso que me habías dado... la película se me aclararía con el pasar de los días.

(... continuará)...