viernes, 9 de mayo de 2014

Buscando clientes en Metro de Santiago

 

Estos días fui a cierto centro médico en horario laboral con la venia de mi jefatura y como no existe nada más rápido en Santiago city que el famoso Metro de Santiago es que lo tomé para ir y volver... sin contar que forever lo tomo para ir al trabajo y volver a casita. Como el centro médico queda lejos me tocó ir desde una muy céntrica hasta Manquehue y viceversa, y cuando volvía al trabajo subió un montón de gente en Escuela Militar como es la tónica, yo iba sentada y no me habría fijado jamás en la chica con rasgos peruanos que subió si no hubiera notado ciertos aspectos de ella que llamaron mi atención:
1. No sé ya distinguir entre una profesional del sexo y cabra corriente porque se visten casi casi igual... lamentablemente a las cabras les da por andar con ropa tan ajustada que los kilos de más se vislumbran y tan brillantes que iluminan los lugares con poca luz... así que disculpenme chiquillas pero hay que tener cuidado con la ropa que se elige para ir a la universidad o salir con las amistades. Esta chica estaba vestida con una mini muy apretada, chaleco claro ajustado, medias de malla, botines con taco alto muy fino, carterita y maquillaje de día... nada que la hiciera parecer una muchacha más.
2. Esta muchacha, una mujer hecha y derecha muy bonita, tenía una actitud, un comportamiento que me hicieron parar las antenas y fijarme, ella se apretujó contra el fierro que daba justo a una persona de sexo masculino sentada... el vagón iba practicamente vacío y no tenía por qué apretarse tanto a menos que buscara llamar la atención.
3. El tipo era pavo o un inexperto total porque no pescó o estaba acostumbrado a andar apretado en el metro... pero ella insistió moviéndose y pasándole la zona genitar a rozar a cada rato, a cada tirón y frenazo... una mujer corriente no haría algo así.
4. No le resultó así que buscó llamar la atención de los otros que estaban presentes, el que iba con la polola la miró pero corrió el rostro, el otro era muy anciano para fijarse en mujeres exhibicionistas y otros sí notaron la actitud movediza y media hiperquinética de la linda morena... yo la describiría como una persona con pidulle ¿recuerdan que cuando éramos chicos y éramos inquietos las profesoras del colegio nos preguntaban si teníamos pidulle? bueno, esa actitud es la que se me vino a la cabeza pero con una mujer que buscaba... buscaba y buscaba... ¿qué? sexo evidentemente o clientes... fue obvio para mi y si fue obvio para mí también lo fue para los varones que sí notaron el movimiento acorde al tren de la chica, solo que nadie dijo nada.
5. La chica se movió tanto que el tipo de al lado la miró sin entender porque lo sobajeaba tanto con la carterita colocada justo en cierto lugar, ella se alejó parándose en la puerta del frente donde estaba el varón con la polola el que no la pescó, la morenita siguió con ese movimiento de vaivén sugerente que solo una mujer con experiencia... o buscando sexo (clientes) realiza... lo vi muchas veces en esos días de salvaje soltería... yo misma soy una mujer que ha vivido más que el común de las mujeres pero ahora bien casada la cosa cambia y el pasado es eso: pasado... pero no dejo de reconocer los claros signos del sexo cuando lo veo.
6. La chiquilla no se sentó nunca pese a haber lugares vacíos, nunca, en todo el recorrido dejó de insinuarse no a uno sino a todo aquel que la viera, pensé que se bajaría en Santa Lucía y se iría caminando por la calle San Antonio donde el puterío está que arde a toda hora ¿lo han visto?¿han pasado por ahí? pero no, ella era más discreta y se bajó en la siguiente... contra todos mis pronósticos, nadie la siguió, sin duda clientela encontraría en la Calle de las Delicias.

No dudé ni por un segundo que era una prostituta pues su actitud no era la de una chica corriente, he visto prostitutas volver a sus hogares mientras yo voy llegando a mi oficina, las he visto caminar por las calles capitalinas con su ropa llamativa y su excelente maquillaje camino a sus departamentos de Santiago centro mientras yo voy con un café en la mano, una especialmente llamó mi atención por su belleza: aunque estaba un poco pasada de kilitos, era tan linda, tan bien vestida, un maquillaje de primera recargado así como su cabello con peinado ultrarebuscado y tan única que si no era prostituta era chica de café con piernas, lo apuesto y gano, durante semanas la vi salir del metro y caminar en sentido contrario a la masa que se dirigía a sus trabajos, cuando dejé de verla heché de menos el halo de perfume recargado Carolina Herrera que dejaba a su paso... tan inconfundible como un Chanel 5...  la chicade esta anécdota no era diferente más que por la ropa pero su actitud, su perfil, su desenvolvimiento en un transporte público fueron evidentes.

¿Metro de Santiago se habrá dado cuenta que suben estas chicas buscando clientes? el sexo lo tendrán afuera pero el contacto inicial lo realizan ahí ¿les resultará?

Besos. BBXX.

1 comentario:

Real Fenix dijo...

la verdad, verdad yo creo que si les resulta si no no andarían allí claro depende de que anda buscando y del que encuentra...y si la chica llama la atención no faltara el tontorrón que caiga o ande con las ganas en los bolsillos para gastarla con una chica así...

Carillos Bella