lunes, 7 de junio de 2010

Sexo en el auto


Cuando tuve mi primer auto, era una jovencita profesional, mis viejos me dieron el pie como premio por ser tan nerd en la universidad y salir entre las 3 mejores de mi promoción y yo puse el resto, así que me compré el auto de mis sueños. Sam, por Sam Worthington, era mi pareja y él ya estaba full en su pega con esos horarios de hospital que las que hemos sido novias de médicos conocemos bien, la cosa es que él super dije que acompañó a escogerlo, tramitarlo y conducirlo a casa, él estaba más emocionado que yo porque sabía que él lo ocuparía más que yo siendo mío, pero como en esos días lo amaba, no me importó. Cuando pasaron unos días de la nueva adquisición, fui a buscar a Sam a su pega de madrugada, era viernes y yo laboraba de lunes a viernes, no como él que a veces trabajaba seguido más de dos días, así que decidida, fui a buscar a "mi hombre" a la salida del hospital y cuando me vio, me regaló una de esas sonrisas increíbles que tenía (el hecho que entre él y yo no exista nada hace años, no significa que el tipo se haya convertido en esperpento, sigue siendo de un atractivo incomparable ... creo) y se subió feliz de copiloto.


- Mi amor, que rico que viniste a buscarme - me dijo cansado pero dándome un besito rico en los labios.


- Vamos a salir - le dije poniendo primera y partiendo.


- ¿A donde?


- Ya verás ... ya verás ... - le dije sonriendo con algo de malicia.


Él puso música y se puso a cantar mientras yo manejaba de noche por las calles vacías. Manejé lejos, lejos, lejos, muy lejos y él se quedó dormido, yo lo escuchaba roncar y hasta me daba risa. No supo del mundo hasta que despertó cuando sintió detenerse el vehículo y se vio en la playa, me había estacionado en la orilla con una vista preciosa del mar oscuro como boca de lobo pero con miles de estrellas preciosas que nos daban la bienvenida, era invierno y hacía frío, no había nadie en esa época del año y el pueblito en sí estaba lejos, así que estábamos en medio de la nada solos.


- ¿Donde estamos? - me preguntó despertando y mirando extrañado a su alrededor, no esperó a que le respondiera y salió para estirarse y respirar con fuerza el aire limpio y salado que le dieron de lleno en su rostro. Sam era tan alto que yo parecía una enana a su lado pero así me gustaba, alto y fuerte, ahora que ya era un hombre y no el chico adolescente con el que empecé la relación, me aumentaba más la líbido pero el pobrecito no sabía que mi líbido era cada vez más alta porque Bellatrixxx estaba despertando en mi y ninguno de los dos lo sabía, aunque sentía un fuerte deseo sexual por Sam también lo sentía por otros hombres tan guapos como él y eso me llevaban a ser muchísimo más apasionada y lujuriosa con Sam que era mi pareja.


Caminó alrededor mirando el horizonte y poniendo sus manos en su nuca, yo tenía todo apagado excepto la radio, esperaba que se despejara bien y se sintiera mejor dejando de lado el cansancio que tanto lo habían caracterizado desde que estaba trabajando turnos completos y lo alejaban emocionalmente de mí sin querer. Lo seguí, y claro, me rodeó con un abrazo tierno y posesivo, pero pese a todo, Sam tenía la delicadeza propia de un hombre que sabe que la mujer que está a su lado es la delicadeza en su máxima expresión y así me trataba, nada de ser brusco o atarantado como Ed ... me miró en medio de la oscuridad sonriendo.


- Excelente idea, mi amor - me dijo volviendo a mirar la oscuridad preciosa y escuchar el sonido del mar.


- ¿Sabes por qué te traje acá? - al verlo negar en silencio, continué - porque quiero que hagamos algo ...


- ¿Quieres que nos bañemos desnudos en el mar? - me dijo con esa picardía que siempre lo caracterizaban y que tantas risas me provocó en su momento - sería exquisito pero terminaríamos morados con el frío que hace ... aunque si te diera hipotermia gustoso te elevo la temperatura ...


- No, no es eso - le dije sonriendo - te traje acá porque quiero que hagamos algo que nunca hemos hecho - me miró con signo de interrogación - quiero que bauticemos el auto ...


- Si quieres meterlo al mar, lo vas a perder ...


-¡No seas leso, Sam! - lo interrumpí riendo - quiero que bauticemos el auto haciendolo ... quiero que lo hagamos ahí así no más ... será super rico ...


Sam me miró perplejo, no se lo esperaba, estaba totalmente mudo y demoró un poco en reaccionar, yo creí que la idea no le había gustado porque años atrás le había propuesto el hacerlo en el auto de sus padres pero la rechazó de plano diciendo que no le gustaba la idea de que alguien nos pillara.


- ¿Qué estamos esperando? - dijo sonriendo por fin soltándome del abrazo para tomarme de la mano y abrirme la puerta trasera.


Para qué voy a negar lo exquisito que fue, íbamos super abrigados porque era pleno julio y de milagro no llovía, la calefacción estaba encendida, nos besamos mientras nos sacamos la ropa por capas que teníamos, era rico porque entre besos y caricias, nos íbamos quitando prenda por prenda hasta que nos quedamos totalmente desnudos porque así me gusta a mí, sin ropa, nada de nada, me gusta sentir la piel del otro contra la mía y su calor traspasando el mío mientras el sudor corre entre ambos cuerpos, Sam me besaba mientras me acariciaba los senos, luego bajó por mi garganta y yo me acomodé en el asiento para recostarme en él mientras Sam se colocaba sobre mí, no necesitaba mayor estímulo pues su miembro estaba erecto y listo. Le acaricié la espalda con gozo de sentirla tan ancha y fuerte, me encantaba.


- Dame besitos - me dijo agitado con suavidad, era su manera de decirme "hazme sexo oral", era la clave que usábamos y que años después se la enseñé a Ed porque me cargaba que me dijera "Chúpamela, mi linda" y que sonaba a chabacanería picantosa.


Debo ser sincera, no me gustaba hacerle mucho sexo oral a Sam porque era muy jugoso y me dejaba la boca llena de sus líquidos con apenas tocarlo porque él era así, bueno, yo también soy de esas mujeres que de tanto deseo sexual quedo tan mojada que mis fluídos vaginales corren por mis piernas, bueno, bastaba que rozara sin querer la entrepierna de Sam un día cualquiera y eso bastaba para que se excitara y se mojara entero pasando más de algún bochorno, con los años había aprendido a controlarse, pero esos instantes no eran de control sino de pasión y había que aprovecharlos. Sam quería sexo oral porque era loco porque le hiciera sexo oral y yo no podía negarme pese a que él no era de mi total agrado con esa práctica con él.


- Dame besitos - me insistió al verme dudosa, mientras me besaba los senos tan rico, tan rico y me pasaba la lengua por ellos.


Yo lo alejé de mi y él se sentó esperando, le pasé la mano por el miembro un poquito aunque ya estaba excitado, le gustaba que se lo apretara fuerte incluso en momentos más alocados tuve que usar las dos manos para que gozara más, esta vez no era el caso porque quería sexo oral, así que me incliné y me lo metí en la boca, él se estremeció mientras se quejaba, este hombre ha sido siempre estruendoso, así que se puso las manos por detrás de la nuca de tanta excitación mientras se lo hacía suavecito, le pasé mi lengua por el frenillo y se quejó más, luego en el interior de mi boca se lo apreté con mi lengua y quedó fascinado porque lo movió en mi boca, luego le hice un poquito con la mano y seguí con el sexo oral, metiéndolo entero en mi boca, como conocía a la perfección a ese hombre, sentí que se iba a ir en mi boca, sobre todo porque se pasó las manos por el rostro de tan excitado que estaba y ahí me detuve, él respiraba agitado, transpiraba de tanto placer y aproveché de saborear su sudor pasándole mi lengua por los abdominales, subir lentamente hacia sus pectorales y besarlos enteros, al mismo tiempo que él me acariciaba el rostro con sus ojos cerrados y yo me subía sobre él. No me dijo nada, porque supe que estaba gratamente sorprendido, él sabía que me gustaba empezar de otra manera pero estaba tan excitada y deseosa de ser penetrada que sin esperar más, me subí arriba de él. Sentí las manos fuertes de Sam rodeando mi cintura para ayudarme al acomodo de ambos y sin esperar más, lo sentí en mi interior al mismo tiempo que Sam se quejaba de placer, lo sentí más delicioso que en otras oportunidades, exquisito, mientras me quedaba quieta unos momentos, él sin hacer movimiento alguno más que el que el placer le permitía, me lo movió adentro de mi vagina impaciente, yo estaba excitada pero no quería que terminara antes que yo, así que esperé un poquito para luego empezar a moverme lentito y suave sobre él, Sam con sus ojos cerrados, solo gozaba, y yo lo besé en los labios, acaricié su rostro transpirado y sin dejar de moverme, sintiendo excitación me incliné hacia atrás mientras me afirmaba en sus piernas, él se quejó más y dejar de tocarme, me tomó por la espalda para acercarme a sus labios y besarme con toda la lujuria que lo estaba consumiendo al mismo tiempo que una de sus manos se posaba en mi rostro. Yo no dejaba de moverme ni perdía el ritmo, estaba gozando como él, hasta que me separé un poco para seguir disfrutando, a Sam le fascinaba meterme sus dedos en mi boca y ésta no fue la excepción, lo hizo porque lo excitaba imaginarse que era su pene y fantaseaba con la idea. Cuando escuché que se quejaba más supe que iba a irse, así que me detuve.


- ¡Qué mujer es la que me tocó! - me dijo sonriendo acariciándome el rostro - me sorprendes ... este último tiempo me has sorprendido gratamente, maravillosamente ... ¡¡yo amo a mi mujer!!


Seguí moviéndome y él inclinado en el respaldo del asiento. Me tomó para recostarme en el asiento y él se puso sobre mí.


- ¿Quieres así? - no alcancé ni a responder porque tan solo volvió a penetrarme cuando me fui al sentirlo tan exquisito moviéndomelo por dentro, apenitas, como un suave roce, como una plumita - ¿Te gustó? - asentí en silencio sin poder responder mientras él se iba a los pocos segundos en un quejido en mi oído.


Estábamos los dos agitados, respirando apenas, transpirados, contentos y satisfechos. A Sam le corría la transpiración por su cortísimo pelo rubio y podía sentir sus gotas al hacerle caricias en el cabello.


- Estuvo rico ... muy rico ... rico, rico, rico - me dijo antes de besarme largamente.


Nos vestimos y buscamos donde comer algo por ahí para emprender la vuelta a la capital, nuevamente Sam se quedó zzzzz en el camino pero no me importó, había estado totalmente despierto para lo que yo lo requería y me dio un grandioso placer.


Días después llevé a mi mamá a un evento en su pega y no sé por qué le dio por mirar de más el auto, porque es una mamá chilena intrusa y metiche no más, y yo no me había dado cuenta que habían quedado huellas del bautizo la muy tarada en el asiento trasero.


- ¿Qué es esa mancha? - me preguntó dudosa desde su asiento de copiloto.


Chuuuuu ... ¿donde me meto?¿qué le digo? ¡¡es mi vieja!! imposible decirle la verdad a ella, al boina negra ¡¡a cualquiera!! y haciéndome la inocente me di vuelta para mirar donde apuntaba.


- ¿Cuál, mamá?


- Ésa, pues, niña, cómo no la vas a ver ... - insistió, pucha, mi mamá es dejada en ene cosas pero por qué tenía que fijarse donde no debía ... y yo sin saber qué decir, qué inventar, cómo desviar su atención ... y en ese momento la salvación: apareció mi pequeño sobrino a sentarse en el asiento de atrás mientras me decía con su voz infantil - "tía, llévame con la Meme y con el tío Sam"- ... ¡¡salvada!!


- Ponte el cinturón de seguridad - le ordené encendiendo el motor y viendo que efectivamente obedecía y me dirigí a mi mamá - él fue que se le dio vuelta el yogurt el otro día.


- ¡Ay! ... que descuido! -dijo olvidando el tema y yo sonriendo para mis adentros al recordar lo vivido tan exquisitamente con Sam.






En el inframundo, interactué con un tipo, el Ale, que les conté el año pasado la experiencia con él, antes que hacer algo, quise repetir con Ale la experiencia de auto, hablé con Sam quien accedió de hacer de chofer mientras yo tenía sexo con el Ale en el auto ... estábamos los 2 metidos en el inframundo así que eran las reglas del juego y Sam había accedido a ser parte de ese mundo así que eso era normal para él ... pero el Ale se cortó y no funcionó, creo que Sam lo puso nervioso, o se sintió demasiado observado ... pero no funcionó y no hubo caso ... con Ale conocí al primer hombre que usaba relleno en sus calzoncillos para aumentar el volumen de su miembro, no sé por qué si lo tenía normal.




Sam quiso su propia experiencia en el auto, así que me tocó a mí de hacer de chofer, a Sam le encantaba la adrenalina a diferencia de mi, el saber que lo podían mirar y que estaba el peligro latente era excitante para él y el factor adrenalina lo trastornaba, así que no quiso ser discreto con la chica en cuestión y claro, quiso que la chica elegida le hiciera sexo oral en pleno día.


- Sam ... es delicado eso que quieres hacer, recuerda que es de día ... no faltará el que sapee ... - le dije mirándolo por el retrovisor.


- Tranquila, no va a pasar nada - me dijo con su voz baja profunda - mientras ella no se niegue no hay dramas.


Ella era de una pareja sw como nosotros, había sido "prestada" por él, su novio, y aunque no era linda y Sam confesó que no era de su total gusto como para calentarlo, la aceptaba si le hacía un buen sexo oral, por mi parte el novio de la chica era guapo y exquisito, no tanto como Sam, pero me calentaba y me gustaba, así que Sam los había aceptado más a petición mía que por estar con ella.


La chica aceptó hacerle sexo oral en el auto mientras yo conducía al depa de Sam, los dejé tranquilos cantando bajito hasta que en un rojo miré por el espejo retrovisor los ojos azulitos de Sam y me sonreí, él me miró mientras ella le hacía y le hacía, y me devolvió la sonrisa haciendo un gesto de satisfacción con la mirada y levantando el dedo pulgar con aprobación cual emperador romano ...no pude evitar reirme pero en todo el camino no miré para el lado de plancha a que los conductores vecinos o copilotos,choferes de camiones o pasajeros de las micros vieran el medio sexo oral que se estaba llevando a cabo en mi auto. Si Sam no terminó en la boca de chica era porque algo le había faltado, porque conmigo era mandado a hacer para terminar en mi boca, me cargaba que lo hiciera ... pero así era él. Después que tuvo sexo alocado con la chica en su depa, en todas las posiciones y de todas las formas que a él se le ocurrió, me contó de su sexo oral automovilístico. La chica me dijo que estaba fascinada con Sam, claro si era el tipo más rico de los montones del inframundo, pensé, con la media pinta que se gasta las mujeres y su juventud lo elegían siempre pero siempre para tener sexo con él ... pero mi pareja era muy gil, en fin, es para otra historia ... la cosa es que ella había quedado fascinada porque Sam podía hacerlo más de un hora sin parar, lo que era verdad en esos días, era exquisito, cuidadoso y masculino ... así que me dio las gracias por acceder a estar con él ... Sam quiso esa vez estar con las dos el muy pillo, me dijo que fuera con ellos a interactuar, pero no pude, aunque ahora me arrepiento, en esos días llevaba muy poco en el inframundo y repelía a las mujeres, además ella no era linda. Ah! el sexo oral automovilístico de Sam ¿por qué no había terminado en la boca de la chica? si yo tenía que sacarmelo antes para que no me chorreara entera:




- No me gustó lo suficiente como para terminar - me contó - era rico pero me gusta cuando se lo meten entero en la boca ... como tú que me trastornas cuando te lo metes entero y mueves tu lengua para hacerme cariño en tu boca, me lo aprietas y no lo sacas entero ... ella no es así, ella me lo tomó con una mano y no la sacó entonces su boca llegaba hasta su mano y no seguía más adentro, me chupaba apenas la puntita y así es rico pero no hay como está entero en la boca ... me pasaba la lengua en circulos y era rico pero le faltó, movía la mano pero yo quería su boca y no accedió a hacerlo más profundo.




Y años después, estaba con Ed, por Edward Norton, en otra playa del sur de Chile, vacaciónabamos juntos y habíamos salido en el auto de él, el auto nuevecito que llevaba menos de 2 meses con él ... una playa que hoy ya no existe por el terremoto. También era invierno, hacía frío por mil y estaba despejado, faltaba muy poco para la puesta de sol y en esa playa en particular no había nadie porque hasta el día de hoy no es conocida, lo que le da un aire de misterio y libertad para hacer cosas ricas. Ed siempre, desde el instante que lo vi por primera vez, que me calentaba, bastaba que lo mirara y yo ya estaba lista para hacerlo con él. Ed manejaba y le comenté de la puesta de sol y como en esos días yo era su "linda regalona", estacionó, así que nos quedamos un ratito mirando la puesta de sol desde el auto, preciosa, uno de mis postales favoritas por su increíble belleza. Miré el perfil de Ed, perfecto y exquisito, me leyó el pensamiento porque me miró.


- Amorcito - le dije con cariño - me gustaría que bautizáramos tu auto ... allá atrás ...


Ed entendió y se sonrojó desviando sus ojos verdes de los míos, se sonrió.


- Linda, las cosas que se le ocurren -me dijo con voz risueña.


- ¿Hagamoslo? te tengo ganitas - le dije care palo, en total, era mi pareja y no iba a andar ocultando que me calentaba ene, menos me iba a dar plancha decirle que lo deseaba.


Ed, que siempre ha sido malo pero del verbo malo para la cama y el sexo, se sonrojó delatando sin querer que nunca lo había hecho en un auto, Ed tenía mucho menos experiencia que yo pero tenía que esconder lo que sabía con él para no perder la relación que yo creía buena en esos días.


- Linda ... usted siempre tan fogosa - me dijo por fin sin dejar de sonreír pero con vergûenza.


- Hagamoslo ... va a ser rico ...


Negó en silencio.


- Ed ¡¡no hay nadie que nos pueda ver!! - insistí porque no podía creer que un hombre se negara a su mujer, una mujer rica, linda, hermosa, joven, exitosa, profesional, bien arreglada y buena para el sexo y para más remate que lo quería a él como dueño de su corazón ¿qué más esperaba?


- No, linda, mejor que no - dijo con voz firme medio molesto.


- ¿No lo has hecho en un auto?


Ed no contestó pero sin querer lo dejé picado, sin querer había dado en el clavo. Sin esperar más, se abrió el cierre de los pantalones y me dijo:


- Ya ... dale ...


Yo no podía así, no con mi pareja y me dio lata. Pero esa actitud mía le llegaron y se puso cariñoso, me atrajo a él, me besó, me acarició por sobre la ropa, metió sus manos bajo mi ropa y me calenté de inmediato. Como tenía el cierre desabrochado, metí mi manito para tocárselo, me encantaba, lo tenía notoriamente más grande que Sam e incluso si lo hacíamos muy profundo, me dolía así que tenía que ser cuidadoso, aún así me calentaba hasta decir basta. Ed se calentó rapidamente y se bajó los pantalones, así que me saqué los míos con la velocidad del rayo y me subí sobre él sacandome el exceso de ropa sin quedar desnuda. Ed se estremeció y empezó a respirar rapidamente, yo tenía el volante en mi espalda lo que limitaba mis movimientos ...¡¡exquisito!!, me movía apretada sobre él y Ed me acariciaba los senos por debajo de la ropa.


- ¿Por qué eres tan exquisita, Bella? - me susurró con cariño antes de acariciarme el rostro y besarme los labios.


No detuve mi movimiento ni un segundo, feliz y gozando de tenerlo entero en mi vagina que me agradecía el haberle insistido a Ed, fue un rapidito pues terminé a poco de haber empezado, el hacerlo en una posición tan incómoda hizo que fuera más exquisito y me fui a la cima del cielo antes de lo esperado. Ed se fue casi al mismo tiempo que yo porque a sentir que me iba había profundizado mis movimientos y eso fue suficiente para él ... se fue en un suspiro eterno y gozando como yo. Estaba tan agitada que no podía hablar, mientras Ed me tenía sus manos en las piernas y luego en la espalda.


- Tan caliente que seas, mi linda - me dijo sonriendo antes de besarme - yo no sé de donde sacas tanta pasión ...


- De tí - le mentí entee los besos ricos que nos dábamos en los labios porque yo soy así de genética pero eso era algo que Ed no podía saber - te veo y me calientas tanto que quiero puro hacerlo sin parar contigo ...


- Me dan ganas de darte y darte más cuando hablas así - me susurró entre besos y caricias - me dan ganas de dejarte sin caminar de tanto que te doy ...


- No digas eso mira que me caliento de nuevo ... y ya sabes como soy cuando me caliento ...


- Eso quiero - me dijo besándome los labios - porque quiero darte de nuevo... me encanta metertelo ... me encanta sentirte y que me lo aprietes ...


- Ed, tengo ganitas de nuevo - le dije mientras él me besaba la garganta y respiraba agitada de calentura.


Ed me miró, me encantaban sus ojos verdes en los que en esos días yo me perdía, asintió.


- Volvamos a la cabaña y hagamoslo allá - quiso él respirando igual de agitado.


- ¿Te caliento aquí? hagamoslo aquí, ahora, en este momento ... es rico ...


Ed empezó a calentarse, lo sentía en mi interior de nuevo listo, se calentó nuevamente porque nunca me lo saqué pese a que había sido rapidito, volvimos a hacerlo y él se dejó querer porque él era así de fome, pero en esos momentos lo tenía a mi merced y era tanta la calentura por él que quería que accediera como acceden las mujeres después de alegar mil veces dolor de cabeza, acá era Ed quien siempre alegaba estrés o cansancio, ahora no había excusa y no la hubo porque se calentó y volví a moverme sobre é suavecito y delicado, me fui nuevamente antes de tiempo y Ed no, quiso que se lo hiciera rápido, como a él le gustaba y ahí se fue por segunda vez.


Volvimos a la tierra y a la realidad, ya estaba oscureciendo y nos pusimos la ropa de nuevo.


- Linda, eres realmente increíble - me dijo antes de darme un beso y volver a manejar hacia la cabaña donde nos estábamos quedando ese invierno.




Esas fueron unas andanzas que tuve en dos autos, fueron ricas y gustoza volvería a repetirlas.




Besitos!!




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7 comentarios:

Real Fenix dijo...

Nuevamente u naplauso por tu relato de verdad haces que no despegue los ojos de tus letras hasta terminarlo, mm los auots para mi aún son un misterio, aunque están dentro dde mis fantasias por cumplir....algún día será y lo tendre que relatar por estos mundos ...

Saludos

Anónimo dijo...

Si que son ricos los polvos en el auto... nunca lo he probado, a lo mejor porq no me han sabido "conducir".

A tus PIES

Unknown dijo...

¡¡Gracias!! creo que en experimentar está el gustito, en hacer algo diferente y que rompe la rutina ... a mí me gustó, a otras personas les ha parecido incómodo, otros son adictos ... lo bueno es el "efecto novedad" que la da ese saborcito especial.

BBXX

KAZVEL dijo...

Extraordinario relato, llegue aqui por casualidad, pero me quedo, impresionante manejo de letras que provoca sensaciones.

free_sw dijo...

Hola Btxx
Sin duda lo que comentas es verdad, el efecto novedad es tan poderoso que siempre nos arrasa al inicio.
Tus letras tienen ese toque de sensualidad y de elegancia que perdonaras mi prosaico comentario: ni un momento deje de tener una ereccion mientras leia tu largo,pero a la vez excitante relato.Termine un poco adolorido, no se si por el tiempo(pues releia las frases que mas me gustaron)o por la necesidad de terminar.
Defnitivamente me encanta visitarte!!
Saludos

Unknown dijo...

El efecto novedad es lo que nos lleva a buscar siempre personas nuevas con las cuales interactuar para estar siempre con la líbido alta y sentirnos vivos ... ¡¡exquisito!!
Yo me había prometido no tratar andanzas con mis 2 ex parejas pero es inevitable, son parte de lo vivido y ambos me han empujado, por motivos diferentes, a siempre buscar sensaciones nuevas ... y ésta puede ser muy cotidiana para algunos y para otros un área oscura de desconocimiento que vale la pena experimentar.

Gracias por los comentarios (y los emails directos), el que logre excitar con las palabras me motivan a seguir reviviendo lo ya vivido, el recordar y sentirme contenta con el camino asumido que he seguido y que seguiré sí o sí.

BBXX

free_sw dijo...

Hola Btxx
Sin duda nuestras parejas y en especial aquellas las cuales sin saber que al irse nunca nos han abandonado, son base importantisima de nuestra personalidad.
Sin duda, tienes ese don. A mi me encanta y me gusta reconocerlo cuando lo tengo enfrente, como es tu caso.
Te conteste por mi blog, pero igual te confirmo por este: soy mexicano.
Saludos!