Simón se llamaba, se llama, el
último chico con el que tuve intimidad, un tipo simpático, joven como yo, con
las cosas claras y 0 rollos, su físico es nada que ver a los que acostumbro a
frecuentar pero pensé que en la variedad está el gusto… así que “echémosle para
adelante”, fue justito antes de empezar las clases en la universidad por lo que
estrés no había aún (no como ahora). Cuando llegamos al motel que él eligió (y
pagó) iba todo bien, un Starbucks en mi mano, ánimo alto, hacía calor y pensé
en darme un duchazo previo a cualquier acercamiento porque me sentía fatal con
la ropa de todo el día y la bañada temprano pero una vez en la habitación… oh,
surprise!! La ducha tenía pared de vidrio y eso me cayó como patada en el
hígado, yo soy una mujer ultrasuper cuidadosa con su intimidad y para mí el
baño y la ducha son momentos de intimidad donde no dejo que nadie entre y el
verme expuesta fue para mí una de las cosas más desagradables que me había
pasado, claro que el chico en cuestión no tenía nada que ver pero el hecho de
no poder sacarme la transpiración de encima me inhibió, Simón me dijo que me
duchara con calma y tranquilidad pues él no iba a ver… no soy exhibicionista,
sorry, pero por más que alguien que apenas conozco me prometa y rejure que no
hará tal cosa me es imposible de confiar… yo funciono con calma, relax, paz,
ambiente cerrado y 0 adrenalina y el sentirme incómoda por mi transpiración, la
posibilidad de no poder bañarme por pudor, me cortaron… el pobre Simón estaba
dividido: por una parte estaba caliente de estar con una chica linda y de su
gusto y por otra parte lateado con una mujer caprichosa que no sabía si ceder o
no ceder, pero fue inteligente y eso me relajó, me dijo: - Las mujeres tienen aromas tan agradables, sea la circunstancia que sea,
que no hay nada más estimulante que sentirlos… a ustedes se les permite todo y
yo te permitiré lo que desees, estoy a tu disposición… además ¡¡estamos en las
mismas!! – me dijo y sonreí aliviada, le expliqué que no me baño con nadie
ni dejo que nadie me mire mientras estoy en el baño, las veces que me duché con
otras personas era cuando estaba emparejada con Sam y Ed porque eran los
hombres que había amado y no sentía ese tipo de inhibición con ellos. Simón
entendió, claro, él es hombre y el 99% de los hombres con los que he tenido
intimidad son desinhibidos… me pueden corregir si me equivoco, pero no pueden
negar que se pasean a potope sin pudor aún ante un encuentro casual… yo no.
Simón me besó pero eran los besos más malos que he recibido en mi vida, así que
no quise más, en total, para un polvo los besos son prescindibles, estoy
acostumbrada a que cuando me besan sean ellos quienes toman la iniciativa y le
meten la lengua a una en diferentes grados y maneras pero lo hace el sexo
masculino al fin y al cabo… Simón no, él esperaba que yo tomara esa parte como
asumiendo una especie de rol masculino que no estoy dispuesta hacer… entre
jadeos y caricias suaves nos sacamos la ropa, él ya estaba al tanto de lo
frágil que soy así como que me gusta el sexo delicado y lento por lo que supo comportarse como yo se lo
había solicitado. Él me encontró linda y suavecita, me tocó los senos y me los
besó, fue muy rico porque me encanta que me los toquen, son uno de mis puntos
débiles, yo le toqué el miembro y comprobé manualmente que estaba listo y que
tenía un tamaño adecuado para mi gusto, nunca les pregunto a los chicos cuanto
mide pero me gustan grandes aunque yo sea chiquitita, al principio cuando era
pendex decía lo que todo personaje con mínima experiencia dice: que el tamaño no importa, y cuando
empecé a agarrar vuelo y a adquirir experiencia sexual me di cuenta que sí importa, es tan importante como el
uso del condón, que un pene menor a 15 cm es casi un fiasco y que no me
penetrará hasta el límite lo que me generará un poco de frustración porque soy
una mujer con orgasmos uterinos y las que tenemos este tipo de característica
somos uniorgásmicas y necesitamos penetración profunda, mi amiga Maite que es
otra chica que la lleva, es de las que afirma lo mismo que yo al igual que
otras que lo han comentado en el inframundo cuando me movía por esos lares… las
palabras amables y de buena crianza nos obligan a decir – No te preocupes que el tamaño no importa sino que la forma en que se
haga – son, a mi juicio, patrañas cuando la chica tiene experiencia sexual…
pero Simón estaba ok, no tenía los 18 cm como otros pero sí estaba bien para mi.
Me susurró junto a un oído – Quiero
penetrarte, Bella – y yo también quería ser penetrada porque estaba
excitada, no hirviendo como me ha pasado con otros pero sí estaba ya caliente y
lista. Él se puso el preservativo y se subió arriba de mí, me penetró suavecito
y delicadamente de manera lenta, me gustó que fuera tan cuidadoso y tomara en
cuenta mis palabras previas, la sensación de una penetración delicada
incrementa el placer por lo que Simón se calentó más, él no estaba acostumbrado
a una mujer con experiencia y suave que parecía novata, sus andanzas lo habían
llevado a concluir que las mujeres con experiencia son warriors en la cama,
salvajes, alocadas y de penetración tipo película porno, o sean, medias camboyanas…
pero siempre hay una primera vez y eso lo llevó a excitarse como no pensó que
lo haría, la calentura está más que nada en el “efecto novedad” porque grandes diferencias entre uno y otro no hay
pero sí existe la emoción de una persona con la que no se ha estado, ganar un
reto más y coleccionar una experiencia más, poder recordar después y reírse
para los adentros con las travesuras que se han hecho a espaldas de lo que es socialmente
correcto. Hay que reconocer que los preservativos quitan sensibilidad y si las
chicas no estamos lo suficientemente lubricadas o calientes, mojadas, el condón
produce dolor por el roce, yo soy pequeñita de físico lo que incluye a mi
vagina por lo que la sensación que les da a los chicos es de sentirse más
apretados y por ende más estimulados, especialmente aquellos que han sido
favorecidos por la genética, por lo que se calientan muy rápido al sentirse
dentro de mi y comentan que es una sensación de placer muy fascinante (eso
dicen ellos, no yo).
Simón no fue la excepción pero controló el ritmo y el
nivel de penetración, me preguntó si quería que llegara bien adentro, a medias
o solo la puntita, le dije que a medias porque la penetración profunda me
encanta pero cuando ya voy a irme, a medias es rico porque me da la sensación
de querer más cuando estoy full por lo que en cierta forma me prepara. Sentía a
Simón moviéndose delicado en mi interior con su pene llegando hasta la mitad en
mi vagina, era rico, la respiración entrecortada de él, sus palabras calientes,
me encendían, me hubiera quedado mucho más rato así pero era comprensible que
quisiera que yo estuviera arriba por lo que accedí, me gusta estar arriba no
solo porque una es la que sabe como moverse para lograr mayor excitación sino
porque se puede controlar el grado de penetración. A Simón le gustaba mi
cuerpo, el yoga me lo tiene perfecto aunque una siempre quisiera tener menos
peso, mi hermana me decía cuando era adolescente que era pechugona pero ya sé
que no lo soy y que estoy súper para la contextura física que tengo, además,
mis senos han sido del gusto del 100% de los hombres con los que he tenido
intimidad así que eso me habla bien de ellas. Me senté sobre un Simón acostado
de espaldas y él me dio chipe libre para hacerlo como yo quisiera. Él era
generoso conmigo y eso se agradece, estaba pendiente de que yo disfrutara más
que él porque todos saben que un tipo pendiente solo de sí mismo es pésimo en
la cama y ninguna mujer quiere volver a repetir exceptuando a la que le gustan
los machistas… además todos quieren quedar como reyes, como los mejores, como
aquellos que marcaron pauta y dejaron la vara alta… las mujeres somos
diferentes en ese sentido, no nos importa ser la mejor amante y ser una fiera
en la cama, solo somos nosotras mismas tal cuál, y al menos yo, nunca en mi
vida he fingido un orgasmo, si me preguntan si me fui digo que sí o que no pero
no miento ¿para qué? Lo que sí es cierto que excita escuchar los quejidos del
otro, a mi me excitan los hombres que lo hacen y no estoy de acuerdo con ese
estudio que dice que las mujeres nos quejamos, jadeamos o suspiramos o lo que sea que expresemos
verbalmente para estimular a quien esté con nosotras teniendo sexo porque yo lo
hago sin saber que lo hago, solo me nace, es parte del placer que estás
sintiendo en esos momentos y no se mide en tiempo sino que se mide en goce. Yo
tenía chipe libre para hacer lo que quisiera arriba de él pero me gustó que me
tomara de las caderas y me preguntara - ¿Me
dejas que te mueva? – y eso era nuevo para mí, que nos tomen, aprieten,
besen es lo corriente pero esto me hizo sentir algo nuevo, le dije que si,
quería saber qué era que él no se moviera como acostumbran los chicos cuando
una está arriba (siempre es igual en uno y en otro, ninguno hace la diferencia
exceptuando en velocidad, mientras más rápido más molesto es para mí) y se
impacientan de calientes acelerando algo que no puede apresurarse… Simón me
tomó de las caderas y él se quedó quietito, sin moverse, y yo me quedé también
quietecita y él me empezó a mover, era rico porque lo hizo muy suavecito para
que la penetración también lo fuera… muy rico… luego él se sentó en la cama
conmigo arriba, puso sus rodillas en la cama, me tomó con suavidad por la
espalda y me dejó sentada al frente de él para continuar así con el polvo,
estuvo diferente también que había soñado con esa posición hace tiempo aunque
duró poquito porque es algo incómoda por lo que volví a estar arriba de él para
finalizar tal cuál habíamos empezado, yo no me fui pero él sí, me comentó que
había sido de una manera que nunca en su vida había vivido: se fue lentito,
como si estuviera desinflando un globito (así me lo describió) y eso le había
dado un largo placer como esos de la new age que ya ni me acuerdo como se
llaman (¿tantra?)… a mi me gustó y estuvo bien, sin ser el polvo más genial que
he vivido, lo recuerdo con cariño porque el tipo era amable y dulce, como me
gustan los hombres, 0 egoísmo en su cuerpo. Después cada uno se dio una
refrescante ducha y cada uno se fue a su casa.
He sabido de él por twitter, es
resimpático y bueno para la talla pero no quiero tener contacto de este tipo de
nuevo con este personaje, le dije que no a un nuevo polvo. Si mal no recuerdo
tiene una relación abierta con su pareja pero ella le lleva años luz de ventaja
por lo que mencionó y es normal que cada uno tenga sexo con otras personas…
good! Yo no podría retroceder teniendo ese tipo de relación, ya pasé esa etapa,
creo que no soportaría la idea de que el hombre que amo esté con otra mujer y
menos aún saberlo, sé que es imposible que sea “fiel” en el contexto
convencional conocido como “fidelidad” pero una cosa es deducirlo y otra cosa
es tener la certeza… prefiero no saber ni nada por el estilo, eso me mataría y
sé que lo mataría a él, por eso hay que hacer las cosas en el silencio del
anonimato… sé que mis sentimientos son firmes y no cambiarán, no soy novata y
sé manejar el tema, en relaciones anteriores he estado con otros hombres
teniendo pareja, sé diferenciar hacer el amor del sexo, siento que soy fiel a
él porque mis sentimientos y mi corazón entero son de él pero mi cuerpo es mío
y yo lo manejo como se me antoje.
Besos. BBXX.
2 comentarios:
como siempre y como nunca...un placer leer tus historias y relatos tus detalles y el desarrollo del contexto jaja genial...que hechas a volar toda mi imaginación....
Tu fiel lector...cariños para usted
Gracias por sus letritas y su tiempo... excelente avatar!!
Publicar un comentario