sábado, 29 de agosto de 2009

Oliver


Una vez, como suele suceder en el inframundo sexual de los chilenos y en uno de los conocidos bares dedicados a èsta ìndole, conocì a un hombre joven al que llamarè Oliver. Era un hombre solo, soltero, con unos 3 años màs que yo, con una preciosa voz de locutor de fm, y bastante buena pinta, el hecho de ser caucàsico y rubio era un plus en nuestra sociedad tan clasista. Estaba mezclado entre nosotros por error y nunca se habìa atrevido a ir màs allà que una que otra concurrencia al pub y mirar sin participar, parecìa mentira pero era verdad, algunos lo conocìan y avalaron sus palabras lamentando que tan buen espècimen no haya aceptado invitaciones a gang bang, trìos o compartir una que otra aventura con alguna fèmina ansiosa de un polvo sin compromisos. Yo lo conocì porque èl se presentò solo cuando yo estaba bebiendo un trago junto a los amigos y mi pareja al que llamaré Sam por su extraordinario parecido al actor Sam Worthington, nos lo presentaron y nos cayò bien pues como todos los presentes, era profesional, se cuidaba y era alegre y simpàtico ... obvio, asì se atrae a las personas y, aunque suene difìcil de creer, las personas de ese mundo, por lo general, son relajados y agradables porque pueden ser ellos mismos sin tapujos y sin màscaras, no hay tensiones y nadie obliga a nadie a hacer lo que no quiere y eso es muy satisfactorio. Oliver se sentò con nosotros y conversamos entre todos por horas, hasta que empezò el show, los interesados fueron a ver y los que no, se quedaron conversando ... nosotros entre esos. Hablamos de todo, hasta que llegamos al tema que "nos convocaba" porque obviamente, èl no se acercò para hacer solo amistad y conquistarme, sino con fines sexuales y porque algo lo atraìa asì que nosotros fuimos al grano y le preguntamos què querìa, el pobre se sintiò todo perturbado y no supo què contestar sobre todo, porque despuès supimos, que yo le habìa gustado màs que lo que una mujer le gusta aùn en ese mundo, asì que eso lo ponìa nervioso, aùn le inquietaba el que estuvièramos conversando el tema con Sam presente y participando de "eso" y el imaginarse estar con una mujer con el consentimiento de su pareja aùn no lo asumìa por completo ... pero confesaba que tenìa que tirarse a la piscina o si no se quedarìa pegado por siempre, asì que aceptò empezar con nosotros, mas bien, conmigo. Ahora, yo ya me manejaba decentemente en ese mundo, asì que estaba bastante tranquila, le dijimos que si querìa pensarlo y esperar unos dìas por nosotros estaba bien y èl aceptò, nos intercambiamos los msn y esperamos.
Cuando se concretò el tener sexo conmigo, nos juntamos, conversamos y Sam le dijo lo que yo hacìa y no hacìa, y sobre todo, que fuera en extremo cuidadoso pues mi delicadeza me impiden disfrutar de un acto bruto y violento como a un gran porcentaje de las mujeres experimentadas le gustan. Oliver aceptò y respetò cada palabra que mi pareja le dijo, lo que resultò muy pero muy placentero para mì.
Me besò los labios, muy suavemente, como besan los hombres a la mujer que les parece especial, cosa que alejè pues yo no permito que ningùn hombre que no sea mi pareja me bese en los labios, no me gusta, es màs, me desagrada profundamente y no dejo que nadie lo haga porque estropea todo, Oliver entendiò y respetò mi decisiòn, como es regla de ese mundo, las mujeres la llevamos. Las caricias fueron pocas porque yo estaba a mil con mi lìbido, era un hombre guapo y joven, con una experiencia de chileno normal, no màs allà, pero no se cortò ni quedò con las ganas, su miembro funcionaba bien y no le molestò que estuviera Sam rondando por los alrededores sin participar ni mirar, estaba de presencia pero sin estar presente, sin participar ni mirar, solo estaba ahi como mi guardìan y si no era activo era simplemente porque no querìa y no querìa porque pasaba vergûenzas. Oliver y yo no necesitamos màs preàmbulos, ambos estabamos con la lìbido full y la temperatura alta, yo me sentìa desesperada, lo ùnico que querìa era que me penetrara, estaba tan sensitiva fìsicamente que sentìa que bastaba que me rozara con un dedo alguna parte de mi cuerpo y explotarìa en un placer incontenido. Se colocò el preservativo y yo lo mirè ya acostada mientras lo hacìa, me impresionè de lo que vì pero me quedè callada hasta hoy: tenìa el miembro màs pequeño del mundo y el màs pequeño que he visto en mi vida ... ¡¡increìble!! pensè que jamàs de los jamaces lograrìa disfrutar el acto sexual con un hombre tan guapo pero con el pene tan pequeño y me dio una lata pero ¿què iba a hacer? ya estaba metida con èl y no me iba a correr, tenìa que asumir y gozar lo que pudiera ... pero, porque Dios es grande, me equivoquè, y la verdad resultò ser una de las mejores experiencias que he tenido en mi vida, me penetrò muy suavemente, me hizo unas caricias muy delicadas con sus manos y yo sentì que me lo hacìa tan suavecito, de manera tan delicada, tan exquisita ... es difìcil explicar tanto pero tanto placer ... solo gocè, perdiendome en total y absoluto placer, no necesitè concentrarme ni pensar en otros polvos vividos, ni en peliculas xxx, no necesitè nada de nada pues era tanto el placer que me hizo sentir que me volè de todo y solo sentì ... era tal el gusto y el placer que me fui sin pensarlo y fue en verdad exquisito, no necesitè cambiar de posiciòn, ser màs acariciada, escuchar palabras bonitas o de placer, no necesitè nada, solo me fui antes de lo que pensaba y en medio de tanto extasis que ese hombre me hizo sentir ... volvì del cielo muy lentamente, como si me bajara un angel en sus brazos, de manera muy lenta y delicada, y me di cuenta que èl tambièn habia terminado poco despuès que yo ... increìble, haber tenido un orgasmo fantàstico con un desconocido con pene diminuto y en la primera vez que estaba con èl ... ni yo misma me lo creìa ... no me doliò nada y gocè como nunca, ni con el Oso habìa gozado tanto ... me sentì muy contenta pues no necesitè màs que sentirlo dentro de mì para experimentar un placer tan increìble ... me dijo que estaba sorprendido ante mujer tan delicada y tan suavecita, que le habìa gustado mucho y mi delicadeza era increìble, que le habìa encantado una mujer asì que ¡làstima! no estaba sola y que le hubiera gustado que alguna de las parejas que tuvo hubiera sido asì y otras cosas màs que no recuerdo y que poco pesquè porque no me importaban. Despuès de un rato de conversar, recostados en la cama, cosas que no tenìan nada que ver con lo sucedido, yo volvì al ataque pues aùn estaba febril con lo sucedido, le tomè su miembro entre mis manos pequeñitas y resucitò en el acto con un roce asì que se puso un preservativo y de vuelta a hacerlo de la misma manera, y de la misma manera, estabamos los dos con la misma intensa lìbido por las nubes, con la temperatura elevada y con nuestros cuerpos hirviendo a mil, tuve la misma sensaciòn de infinito placer que la primera vez pero levemente inferior porque mi orgasmo anterior me habìa dejado lona por su intensidad y fuerza pero me importò un bledo y me dediquè a disfrutar lo vivido sintiendome perdida en lo que sentìa y el enorme placer que llenaba mi cuerpo, tuve un segundo orgasmo exquisito pero no se compara con el primero, aunque no quiero desmerecerlo y fue buenìsimo, pasò lo mismo que la primera vez, Oliver terminò casi al mismo tiempo que yo y no recuerdo bien què pasò despuès, de seguro que hablò cosas sin importancia. Despuès Sam me preguntò còmo estuvo, a lo que respondì que bien todo bien sin entrar en mayores detalles pues me estaba dando cuenta que habìa cosas que a èl no le gustaban o estaba de frentòn fingiendo que aceptaba ese mundo, en esos momentos no sabìa que era pero mi instinto me decìa que algo pasaba ... y yo querìa superar cualquier conflicto con mi pareja asì que le dije lo justo y necesario.
Fue una excelente vivencia lo que pasè con èl, la recuerdo con especial cariño, no a èl, sino a lo vivido, porque ha sido el ùnico hombre que me ha hecho tener 2 orgasmos en las ùnicas 2 veces que tuve sexo con èl. De haber querido habrìa repetido la experiencia porque fue muy buena, pero no quise porque se consiguiò mi fono y me llamò de manera deshubicada invitàndome a salir y esas cosas ... y èl no era ni serìa nada màs que una experiencia sexual exquisita ... asì que le dije que no me llamara màs porque èl no me interesaba en lo màs mìnimo y yo tenìa una vida con otro hombre, entendiò, era un hombre inteligente, y despuès de uno que otro intercambio de post vìa msn, no volvimos a hablar.

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