viernes, 21 de mayo de 2010

Pablo, el vecino del campo


Como en más de una ocasión relaté, en verano mi familia enterita se escapaba al campo de mis viejos a descansar y tenernos cortitas porque no había nada que nos llevara directo al pecado y así nos mantenían vigiladas, sobre todo, a la "suelta" de mi hermana quien les daba dolores de cabeza a mis padres. Mi papá, como buen "masho" boina negra en el más puro sentido estricto de la palabra, protector de su prole y de sus 3 mujeres, era un "marine" experimentado, tenía armas guardadas en esa casa que solo él sabía donde estaban y mi mamá lo aprobaba por miedo a que nos pasara algo. El campo estaba en medio de la nada y era lo más latero del mundo, vivíamos quejándonos y era tal la presión que ejercíamos las 2 hijas que el pobre boina negra, débil con sus "niñitas" como siempre nos llamó, tenía que sacar la 4x4 para movernos de allá para acá en el sur de Chile. El campo rendía frutos porque lo trabajaban y cuando se realizaban las cosechas, se invitaba a los vecinos y se llenaba de gente, nosotras, cabras chicas de menos de 12 años, conocimos así a los cabros y cabras pendex de los vecinos lo que hizo tolerable la estadía eterna de 2 meses jugando y compartiendo con esa chiquillada. Éramos tildadas de exóticas y santiaguinas lindas, así que los niñitos nos daban preferencia, en ese sentido mi hermana y yo somos calcadas, siempre queriendo juegos onda sexual con los cabros, sobre todo porque sabíamos que no cachaban y eran inocencia pura ... pero nos seguían el amén pues tontos no eran.

Fue así que entre juegos y risas conocí a Pablo, un niñito de unos 2 años más que yo que era pura risa y diversión. El papá de Pablo era amigo de mi boina negra y conversaban por horas, salían juntos a revisar los terrenos y otras cosas que ellos entendían y que nosotras nunca pescamos. Pablo era el mayor de su familia y tenía que ayudar a su papá, así que lo quitaban de mi lado cuando estábamos jugando pero al final su papá lo "prestaba" al verlo poner carita de pena al separarse de una niñita tan linda y audaz que le hacía cosas que ninguna otra niñita le hacía, pero que los vejetes no tenían idea y mi hermana pasaba por alto sin pescar. ¿Qué era lo que una inocente niña de 10 años le hacía a un niño de 12? bueno, cosquillas por aquí y por acá corriéndole mano "sin querer", le metía mis manitos en los bolsillos de sus pantalones buscando cosas que me había quitado jugando, dejarlo mirar más de la cuenta cuando sin querer se subía el vestidito que mi mamá insistía en ponerme, y entre juegos y risas, uno que otro besito lo más cercano a la boca ... para mí, Pablo era un amor de verano y así siempre lo consideré hasta siendo ya una mujer, algo que se olvida al volver a la rutina y el estrés de la capital, un chico que cumplía con mis expectativas de físico masculino y muy pero muy de mi gusto. La hermana menor de Pablo era una niñita de mi edad y se convirtió en mi gran mejor amiga de todos los veranos, así que era más fácil verlo con la hermana yendo hacia mi casa.

Los años pasaron y siempre nos reuníamos con los vecinos, Pablo dio un estirón dejándome enana al pasar por su lado y ya no pudimos más jugar como lo hacíamos porque en verdad el chico, pese a tener buena situación, tenía que trabajar con su padre, lo liberaban a cierta hora y de repente se iba a aparecer por mi casa donde mi mamá tierna y dulce le servía una once al más estilo campestre, él era mandado a buscar a su hermana quien estaba como amiga acompañándome así que era la excusa para ir a mi casa ... y mientras él y yo nos dábamos las grosas miradas cuando mi mamá daba la espalda y su hermana pajareaba, yo sabiendo de antemano que le gustaba, me ponía faldas o vestidos vaporosos para que me mirara más y se calentara, cosa que siempre funcionó porque no me apartaba la vista de encima. En la noche mi hermana me decía que no molestara al pobre chico pero si a él le gustaba y a mí también ¿qué importaba? si no quería una relación amorosa con él.


El primer contacto físico que tuve con Pablo fue en una de las tantas cosechas de mi casa cuando era ya una adolescente desarrollada casi entrando a la mayoría de edad, tenía al pololo universitario oficial en Santiago City y estaba caliente pues ese día Pablo había trabajado como un obrero más destacándose con su fuerza, versatilidad y belleza física, yo lo había mirado de lejos con la vena hichada de deseo sexual y para esconder las apariencias, me dediqué a ayudar a mi mamá, cosa que jamás de los jamaces había hecho. Me tocó ir a dejar el refrigerio y me fui donde estaba él con los demás, andaba yo con uno de esos vestiditos vaporosos veraniegos y cuando me acerqué, se puso de pie super caballero para sacar el vaso dela bandeja y aprovechar de mirarme todo lo que no había podido - Gracias, señorita - me dijo con voz cariñosa ... nos sonreímos cómplices y me latió el corazón como trombóm ... pero no de amor, sino de calentura porque me enfermó verlo tan exquisito transpirado, hombre, con una sonrisa impecablemente masculina y tan caliente por mi como yo por él. El llamado de mi madre rompió esa magia y tuve que volver. Pero el bichito había quedado y yo tenía la certeza de que algo podía pasar ... cualquier cosa. Se hizo de noche y llegó la hora de la cena bajo la parra como suele suceder en el campo, la gente se ausentó para bañarse pero volvió a seguir compartiendo ... entre ellos estaba él que volvió oliendo exquisitamente una agûita de colonia que me dejó loca cuando me tocó servirle y que me hizo sonrojarme tan evidentemente que me cachó mi mamá y me sacó de inmediato de ahí ... me tuve que ir a la casa pero mientras me iba le heché una ojeada a Pablo que me seguía super atento, así que ni tonta ni perezosa en vez de ir a casa me desvié hacia otro sitio solitario y lejos de los mirones ... los viejos se pusieron a tomar, entre ellos mi papá, así que me supe segura, para mi mamá yo estaba en casa durmiendo así que estaba relajada. Estaba paseándome cuando él llegó a mi lado, conversamos un poco mientras caminábamos, protegidos por la oscuridad y yo no hayaba como hacer para que la cosa empezara, él caminaba a mi lado con sus manos en los bolsillos de sus jeans y yo hirviendo de lujuria a su lado, me pasé ene rollos y más me calentaba, estaba que cortaba las huinchas y no había caso, pero el destino quiso que me tropezara y él instintivamente me sostuvo para que no tocara el suelo y eso bastó pues nos miramos unos segundos directo a los ojos, él sin soltar mi cintura, y nos dimos el beso más rico que me habían dado hasta ese instante, me abracé a él para sentir su cuerpo exquisito y él me abrazó más fuerte, así pude sentir bien su miembro duro entre la ropa y eso me elevó más la temperatura, quería tocarselo y mover mis manos en él, así que bajé una mano para rozarlo por sobre la ropa mientras sus manos me recorrían la espalda pero un atisbo de cordura cruzó mi mente y recordé que estaba con un chico del campo y no de la ciudad, lo que hacía una enorme diferencia, en esos instantes yo no andaba con preservativo, dudaba que él tuviera así que era mejor dejar las cosas hasta ahí porque no me iba a arriesgar con este chico que no era el oficial, así que cuando me iba a separar de él me rozó un pecho con su mano y eso me enloqueció de nuevo, me apreté fuerte contra su cuerpo para sentir su miembro contra mis piernas entre la ropa para soñar con lo que no podía ... pero estuve a punto, a punto, de quebrarme de calentura y seguir porque todo dependía de mí pero me detuve cuando no daba más ... me separé lento de él y me fui caminando hacia mi casa - Espera, Bellatrix, no puedo dejar que te vayas sola - me detuvo con esa frase porque era verdad, estaban los tipos cocidos y una nunca sabe, así que acepté que me dejara en las cercanías de la casa, Pablo me tomó de la mano, lo dejé porque si me ponía a alegar perdería el terreno ganado para otra oportunidad, cuando aún estábamos protegidos por la oscuridad, me tomó de la cintura de nuevo y me besó, pero no fue tan rico como el anterior sino que fue más tiernito y yo lo corrí - Tu hermana me dijo que pololeas - me excusé con esa tontera haciéndome la ofendida sabiendo que cuando se hes una chica "difícil" dan más ganas, Pablo negó - No, no es verdad - contestó - ¿crees que pololearía si siempre te he querido tanto?¿si siempre te he esperado? - ¡chuta! me dije preocupada, entonces este chico ... es virgen ... y vi todos mis deseos de un buen polvo con este chico campestre tirados por el suelo ... pero en una de esas lo ha hecho y hay salvación - ¿Quieres decir que nunca ... - empecé con cierto temor y Pablo asintió - Nunca he estado con ninguna mujer - me dijo super sincero - incluso podría decir que acabo de dar mi primer beso - uuyyy, Diosito lindo pensé agradeciendo que no insistí con el polvo - No te creo - le dije sonriéndome pero él asintió - ¡Es verdad, Bellatrix! - y yo recordé de golpe todas las corridas de mano que le hice cuando éramos pendex y las veces que él trató de propasarse pero que no dejé a esa tierna edad, me acordé que momentos antes le había corrido mano de nuevo sientiéndome contenta con el tamaño y la reacción de él, debía irme con cuidado, no podía tener un polvo con él bajo ningún punto de vista pues sería el medio cacho ... ¡que lata!! ... nos besamos nuevamente y tuve que entrar a casa por una de las ventanas de atrás porque la puerta estaba iluminada, la casa estaba vacía sin mi hermana así que supe que andaba gozando con quizá quien mientras yo tuve que volver con la media vena y el polvo frustrado, enojada a más no poder. Nosotras varias veces nos habíamos escapado de los vejetes por las ventanas, así que manejábamos una entreabierta para entrar sin que nos vieran y cualquier cosa nos cubríamos entre nosotras.

Varias veces me encontré con él, nos besamos y nos corrimos manos a lo lindo en las noches veraniegas haciéndonos los desocnocidos de día, al menos yo ni lo saludaba si me lo encontraba con mi familia en un camino y hasta su hermana me preguntó si Pablo me caía mal que no lo pescaba. Era tan rico besarse y toquetearse pero no llegamos a más, me detenía en seco sabiendo que debía posponer el polvo para ¿siempre? no lo sabía ... una vez pasó algo rico que había olvidado y que me acordé ahora que revivo esos días, estábamos entre besos recostados en la pradera, le abrí la camisa para acariciar su pecho y besárselo porque era rico hacerlo, Pablo me metió la mano por el escote del vestido, exquisita sensación que me puso los senos turgentes de deseo mientras sentía su mano haciéndome cariño, nuestras respiraciones se aceleraron y mientras me besaba la garganta le desabroché los jeans para tocarle el miembro directamente con mi mano, no lo había hecho más que por sobre la ropa así que ésto era nuevo para él, le gustó tanto que su cuerpo precioso se movió solo mientras yo contenta de sentirlo se lo tocaba, mi vagina estaba full latiendo sola llena de lujuria mientras que disfrutaba de su deseo, se puso sobre mi y lo dejé porque no pensaba en nada de tanta calentura, me besó en los labios exquisito, como la primera vez y más lujuria sentí, era tanta pero tanta, la de una cabra califa, que no me cuenta cuando me empezó a rozar los muslos con su pene erecto a punto de penetrarme y yo con tanta calentura que abrí mis piernas sin controlarme para rozarlo con ellas, desesperada por el polvo soñado, pero el chico terminó en ese instante de roces en una de mis piernas ... y se puso a llover ... ¡que rico fue! debe haber sido de aquí que tuve la idea de hacerlo bajo la lluvia como conté en el post anterior ... nos seguimos besando, yo abajo de él mientras el agua corría por nuestros cuerpos que estaban tan ardientes que evaporaban el agua ... los besos y las corridas de mano, pero Pablo no funcionó más por la lluvia y hubo que volver a mi casa. Por suerte esa vez, mis papás andaban fuera (yo cacho que en un motel) y no tuve dramas en secarme el pelo cuando llegué.

Dejé de ir al campo por la universidad y por mis prácticas veraniegas así que dejé de ver a Pablo, hasta se me olvidó sino es porque ya siendo pareja estable con Sam, mis viejos lo invitaron y fuimos todos como una familia porque lo adoraban, el problema es que entablaron la ridiculez de no dejarnos dormir juntos "porque no estábamos casados" así que Sam tuvo que dormir en la pieza que ocupaban mis primos cuando iban de visita y nos teníamos que andar escapando lejos para poder hacerlo como Dios manda ... ¡claro! 2 califas siendo pareja y deseándose hay que arreglárselas ¿no? pero así son mis vejetes hasta hoy exceptuando la vez que pasaron una noche en mi depa cuando yo estaba con Ed y no tuvieron otra que aguantar el que yo durmiera con él, muy padres míos serán pero no mandan en mi depa ... bueno, la cosa es que me encontré con Pablo manejando la camioneta del boina negra sola, lo llevé a su casa y conversamos un poco, a mí no se me pasaba por la mente serle "infiel" a Sam porque lo amaba con todo el corazón, pese a todo, me hizo hervir la sangre el verlo todo un hombre, reirme con él, verlo tan macho y escuchar su linda voz masculina, el camino super solitario y las miradas de los dos iban y venían hasta que tuve que determe por algo que ni me acuerdo, nos miramos y me puso una mano suave en la rodilla de los jeans - ¿te acuerdas lo que hicimos el último veranos que nos vimos, Bella? - era que no si fue rico pero me hice la lesa sin responderle - No te preocupes, sé que andas con tu pololo - me dijo con aire triste -No sé para qué lo trajiste - siguió desviando su mirada por la ventana con un aire melancólico, no sé qué pasó, debe haber sido el recuerdo de esas calenturas que tuve con él y esas corridas de mano, pero nos besamos nuevamente como aquellas ocasiones pero había una enorme diferencia: éramos hombre y mujer desarrollados y maduros con 26 y 24 años que sabíamos perfectamente la diferencia de lo vivido con lo que estaba sucediendo, el deseo revivió en ambos y nos abrazamos rozándonos, nos tocamos de nuevo por sobre la ropa hasta que me separé de él de manera brusca sintiéndome pésimo al pensar en Sam, no podía seguir y debía olvidarme del deseo que sentía por Pablo y por ese polvo que nunca tuvimos y que me trastornaba, Pablo entendió y se bajó de la camioneta silencioso, pero antes de irse me dijo - No te he olvidado, Bella - y se perdió en medio del campo. Al pobre Sam lo hice tira esa noche de sexo desenfrenado.


Por cuestiones de pega, Sam tuvo que atender una emergencia y mi boina negra lo fue a dejar al pueblo para que tomara el bus de vuelta a Santiago y porque las noticias vuelan, la hermana de Pablo se apareció a copuchar conmigo y ponernos al tanto la una con la otra. Pablo se enteró por ella que Sam se había marchado dejándome con la vena hinchada y a merced de mis propios deseos (jajajaja) así que se dio unas vueltas para conversar con mi papá y como quien quiere la cosa mientras nos dábamos las medias miradas de lejos ... a esa altura mi hermana se iba con mi cuñado así que estaba en un balneario disfrutando ... y yo no daba más ahora que sabía bien de tener ese polvo con Pablo pero no podíamos vernos a solas. Un día me encontré cara a cara con él cuando volvía de hacer un trabajo y acortaba por los terrenos del boina negra, no necesitamos decir nada, estábamos en medio de la nada con hartos lugares que nos podían ocultar así que eso bastó para decidirnos, dejó su azadón en el suelo mientras me tomaba para besarme con todas las ganas que me tenía acumuladas de años atrás, le correspondí todo, me abrazó fuerte apretándome contra su cuerpo, sentir su pene listo por sobre sus jeans y él sentir mis pechos endurecidos por mi blusa, nos tocamos por sobre la ropa mientras nos acostábamos en el suelo sobre los pastos, me trató como si fuera su reina, me acarició suavecito, me besó exquisito la garganta mientras me abría la blusa, para desabrocharme el sostén, cosa que hice con la camisa de él al mismo tiempo, me tocó los pezones de una manera muy rica y estimulante y me los chupó más rico que Sam mientras yo no dejaba de tocarle el miembro por sobre la ropa, estábamos tan calientes que apenas respirábamos, era tal la agitación que parecía que nos íbamos a ahogar de califas, Pablo se alejó un poquito para sacarse los jeans y yo hice lo mismo con los míos, ahora tenía preservativos conmigo y los iba a hacer tira con Pablo - Nunca he usado de esos - me dijo extrañado mirándolos - Siempre hay una primera vez para todo - le dije caliente hasta mas no poder y contenta de saber que ya no era virgen pero él negó con la cabeza - No me voy a poner esa cosa - dijo mientras yo maldecía mentalmente el cómo este imbécil dice eso en momentos de tanta calentura, momentos que he demorado años en concretar, yo llegaba a soñar con ese polvo y este no me lo iba a estropear con estupideces machistas, entonces le dijo - Yo te lo pongo, verás que no duele y que es seguro, así evitamos cualquier peligro de embarazo - pero lo vi dudoso - Si no lo quieres usar hasta aquí llegamos ... - le dije tajante pero me puso la cara, me besó nuevamente y nos volvimos a calentar ahora que estábamos sin ropa era exquisito sentir su calorcito, su cuerpo tan fuerte y musculoso, sus labios contra mi piel, su aroma a hierba y su respiración acelerada contra mi, mientras mi vagina gritaba por el polvo y no me dejaba pensar, mi corazón estaba desbocado de lujuria y mis pechos respondían sensibles a todas sus caricias, una vez más le abrí mis piernas loca de deseo al sentir su pene rozándome los muslos tal como esa vez siendo chiquillos, pero no era de noche, era atardecer, verano, calor, soledad, ¡exquisito! me puso una mano en una pechuga mientras que lo abrazaba contra mi, me penetró tan suavecito que no me di cuenta si no es porque sentí tan exquisito en mi interior, estaba tan loca de lujuria que casi me voy con ese primer contacto, se quedó quietito en mi vagina, sin moverse, una delicia para mi y empezó lentamente a moverse, mientras yo cerraba los ojos perdida de deseo y sonriendo dando gracias a Dios por el favor concedido, él me besaba la boca muy suavemente sin separar sus labios de los míos, respirando ahí mismo, haciéndome sentir todo su deseo, yo debajo de él estaba loca que no pensaba en nada y solo sentía una delicia que recorría mi cuerpo, mi vagina feliz sntiendo su pene grande en mi pero lo movía tan suavecito que, pese a ser yo mucho más chiquitita, gozaba de todo contacto porque el tipo sabía hacerla, escuchar sus quejidos de placer me excitaba más y si no es porque susurra cerca de mi oído - Me encanta sentirte mojadita - habría seguido como tarada por todo lo que duraba el acto sexual, desperté de golpe de mis ensueños y me puse seria diciéndole que no podía continuar, Pablo me miró como si estuviera loca pero le insistí y se salió, le dije que la única manera que continuáramos era con condón y como la calentura era tan intensa aceptó sentándose a mi lado, se lo puse con ene cuidado y ese acto tan cotidiano lo excitaron de sobremanera así que aproveché de subirme sobre él y continuar teniendo sexo, él no estaba acostumbrado a tener mujeres arriba pero me dejó cerrando los ojos de tanto placer, no era lo mismo que al principio, la diferencia con el condón se notó pero la seguridad que otorgan es incomparable y pude sentirme tranquila, me fui sobre él, rico y delicioso porque lo hice como me gusta a mi, como se lo hacía a Sam y él se fue al rato después cuando cambiamos y me hizo quedar debajo, según él era la única manera de que terminara. Esa noche dormí en paz fisicamente pero me sentí como las pelotas emocionalmente al sentirme una infiel caliente de porquería con Sam a quien había olvidado por completo por lo que duró el polvo ... ¡que tarada! pero aún no tenía los conceptos claros y ahora sé que nunca le fui infiel a Sam aunque haya tenido sexo con otros hombres estando con él como pareja.

No volví a tener sexo con Pablo ese verano. Esa ha sido la primera vez y única que tuve sexo con otro a espaldas de Sam, las otras veces él siempre supo y participó de una u otra forma, pero de Pablo jamás se lo imaginó, lo conocía de vista nada más.

Años después, tuve que volver al campo por asuntos familiares pero en invierno y con Edward como pareja, él siempre tan exquisito pero siempre negándome las cachas por incapaz de seguirme el ritmo y descargué mi lujuria con Pablo con quien nos encontramos al llegar porque tenía las llaves de la casa, esa noche Ed se durmió sin ponerme un dedo encima más que unos besos y corridas de mano insuficientes para una mujer caliente como yo así que hacía frío pero salí, llamé a Pablo por el celu y nos encontramos, él ya siendo un hombre con pareja estable, fue sin poner dramas, nos econtramos donde mi boina negra guarda el heno para el ganado en invierno y ahí nos besamos, nos toqueteamos, nos calentamos, nos lengûeteamos, nos olimos rico, con la calentura fuerte nuevamente, no me puso atados con el condón porque sabía que era la única forma de que yo lo aceptara y dimos rienda suelta a la pasión, exquisito volver a sentirlo en mi interior, una delicia como se movía sobre mi, su cuerpo caliente sobre el mío era estimulante y su respiración acelerada sobre mis labios era tan rico ... tan rico ... se movía suavecitosobre mi, sabía que así me gustaba, estaba rico con sus treinta y tantos y seguía despertando la lujuria en mi ... con Ed totalmente asexual tenía que liberar mi lujuria con alguien y qué mejor que con Pablo a quien conocía bien y sabía que no hablaría, no lo había hecho antes y no lo haría nuevamente, ambos teníamos mucho que perder, así que estaba segura con él - Estás cada año más preciosa, Bella - me dijo entrecortado susurrando mientras me penetraba una y otra vez, yo sintiéndome en el paraíso al sentirlo en mi, no pescaba sus comentarios pero los escuchaba - Siempre te voy a tener ganas, es tan rico hacértelo, metértelo ... ¿te gusta que te lo meta? - siguió y debo confesar que me encantó que hablara, me calentó más y asentí - ¿Está bien que te lo meta así? - siguió sin detenerse agitado sobre mi, besándome la garganta ... exquisito ... pero no me fui, no me dejó hacerlo arriba así que no pude irme por muy rico que haya sido, no me importó porque en verdad lo disfruté y lo que anhelaba yo era ser penetrada ... y Pablo me cumplió con creces - Cada vez estás más rica, cada año que pasa te quiero para mí con más ganas, siempre voy a querer hacértelo así que cuando vuelvas, llamame - me dijo con voz bajita cuando terminó y yo asentí respirando apenas de tanto deseo sexual por ese tipo.


Y como hubo una tercera vez, fui al sur por asuntos familiares pero no al campo, me quedé en un hotel de la ciudad y le dije por fono donde estaba porque quería un polvo esa única noche, quería pasarla bien y gozar, así que Pablo llegó cerca de las 23 horas cuando yo ya dormía y había dejado tranquilito a Ed por el fono diciendole las cosas que quería escuchar como que era el hombre de mi vida y que lo extrañaba, que lo adoraba y que cuidara a mis pollitos porque se quedó de dueño de casa en mi depa, así lo dejé tranquilo. Pablo llegó oliendo exquisito y ni le pregunté cómo lo hizo para salir pues ya estaba casado a esa altura, pero ese problema era de él y no mío, así que tuve sexo delicioso con él por primera vez en una cama en todas las posiciones, debajo, arriba, de lado, con la espalda en la pared, con besos, escuchando sus quejidos ricos, sus palabras calientes que me estimulaban más y sus caricias exquisitas, su manera de penetrarme delicada y suave seguía, sus manos en mis pechos seguían estimulándome, me succionaba los pezones tan rico - Bella, eres la mujer que más suave tengo que hacerlo porque sino te puedes quebrar - me susurró en medio de la calentura - Siempre tan deliciosa, mi Bella - seguía - ¿Por qué corro como perro faldero en cuanto me llamas?¿por qué me calientas tanto como ninguna otra mujer? - seguía y a mi que siempre me han encantado los hombres que hablan en el acto sexual - Debe ser porque eres única y una regalona para mi ... te tengo mal criada ... eres mi niña consentida - decía y yo feliz de que siguiera hablando entrecortado de la calentura - siempre te he querido como ninguna otra - siempre dicen cosas así y Pablo no era la excepción, tuvimos varios polvos esa noche y él terminó varias veces, era imparable, había que aprovechar la ocasión. Me quedé dormida y desperté con él al lado temprano.


Y así fue, tal vez lo repita si vuelvo a ir, tal vez no, no lo sé, depende de las circunstancias y de lo que suceda. Sorry lo largo pero así era esta historia, parece telenovela pero no es.




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3 comentarios:

free_sw dijo...

Hola mi querida,admirada y anonima cyber-amiga.

Desde la 1era vez me gusto leer el contenido de tu blog y aqui si podria decir que tiene "contenido". Y esta ocasion no ha sido la excepcion. Tus lineas siempre tienen una redaccion excelente, llena de detalles y crean la atmosfera para comparti contigo la experiencia que relatas.
En esta ocasion me intrigo el hecho que mencionas: puedes estar teniendo sexo con otra persona, pero te mantienes fiel a una sola emocionalmente.
tema concurrente, pero siempre dificil, no lo crees?
Un abrazo
Ricardo

Real Fenix dijo...

hola te reencuentro despues de un tiempo, tremenda historia no, que vivencias que exquisito lo relatas era casi como estar hay detras espiandote...

saludos...desde Angol.

Oscar.

Unknown dijo...

Hola!! gracias mi niño, pero es así la realidad, el tener sexo con alguien no significa tener un vínculo emocional con esa persona y he estado con otros hombres amando a mis 2 parejas, así con Sam mi primera pareja durante años y años compartimos experiencias con otras personas amándonos hasta que rompimos por otros motivos ... y siendo la pareja de Ed, bueno, él era incapaz de seguirme el ritmo y yo me volvía loca, si hubiera seguido con él habría continuado teniendo sexo con otros a sus espaldas, la diferencia era que Ed jamás se enteró y rompí por otras cosas, es inevitable que lo haga porque es parte de mi estar sexualmente con distintos hombres, es parte de esa doble vida que una lleva y que adoro con todo mi ser ... yo creo que cuando esté con el tercero y definitivo seguiré teniendo sexo con otros, pero sin que él lo sepa, y claro, mi corazón y mi vida entera serán para él pero con esos pequeños instantes de sexo con otros, es la libertad que me permitiré.
Yo creo que es así la realidad de muchos, siento que se debe separar hacer el amor de tener sexo y disfrutar del placer de otros.
Gracias por tus palabras, siempre son bienvenidas.
BBXX